Corría el año 1974 y se enfrentaban la Selección de Alemania
contra la de Holanda en la Final del Mundial de Fútbol. La Holanda de Cruyff
contra la Alemania de Beckenbauer. Gano la fuerza Alemana a la fantasía
Holandesa (2-1).
Por una serie de carambolas en el equipo “orange” o “naranja
mecánica” como se le llamó por entonces debido al gran juego que desplegaba, aquel
Mundial lo jugó un portero llamado Jan Jongloed que no era el guardameta
habitual bajo los tres palos en las competiciones oficiales con los holandeses.
Pero el titular, Jan Van Beveren, del PSV Eindoven, se lesionó de gravedad y seis meses en dique seco. Había otros dos
porteros para suplirle: Piet Schirjvers del FC Twente y Eddy Treytel del
Feyenord, pero curiosamente el que Rinus Michels.
fue llamado como titular fue Jan Jongbloed
por el técnico
Contaba con 33 años de edad y su carta de presentación más
importante, era que diez años antes había jugado contra Dinamarca escasos cuatro
minutos y un partido completo frente a Argentina. Un planteamiento extraño el
de Michels, pero a la postre le dio la razón, ya que Holanda llego y la Final y
no la perdió por su portero precisamente.
Jugó con un numero a la espalda que normalmente no utiliza
un guardameta, el ocho. Otra curiosidad es que con el tiempo se descubrió que
utilizaba lentillas, algo inusual en aquella época y más siendo portero. Por lo
tanto podemos decir que fue el primer cancerbero en utilizarlas en los
Mundiales de Fútbol. El pobre era miope, mal aliado para cualquier jugador,
pero letal en un portero sin unas buenas lentes de contacto.
Fuente: http://www.arcotriunfal.com
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