En la fase de clasificación para el Mundial 2002 de Corea y Japón, la Selección de Australia le endoso treinta y un goles a la Selección de Samoa Americana. Aparte de la escasa entidad de este combinado, Samoa Americana había tenido muchas dificultades para configurar la plantilla que disputaría el encuentro. Varios de sus miembros no habían nacido en el país y tuvieron problemas a la hora de tramitar los pasaportes, debido a los duros tramites de inmigración australianos, por lo que sólo uno de sus 20 jugadores habituales, el portero Nicky Salapu, pudo viajar a Coffs Harbour. Además, no se pudo seleccionar a los jugadores sub-20 porque la mayoría tenían exámenes en las fechas previas al partido y prefirieron quedarse y evitarse el ridículo. Finalmente, la selección convocó a jugadores juveniles, incluyendo a tres futbolistas de 15 años, para formar un combinado nacional con una media de edad de 18 años.
El pobre Nicky Salapu acabo el encuentro muy abatido y no es para menos.
Fuente: www.elpollourbano.net
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