Siempre se ha dicho que hay porteros con mala suerte. En el caso del siguiente ha estado patente a lo largo de toda su vida deportiva. Algunos incidentes protagonizados por él son hasta graciosos.
El guardameta vasco José Luis Ulacia nacido en Mutriku (Gipuzkoa) hacia pareja con Ignacio Oregui en la portería de la UD Las Palmas en los años setenta y setenta. Eran como un pack siempre (o casi) habían jugado juntos. Eran inseparables como ”Hernández o Fernández de Tintín” o los traviesos “Zipi y Zape del entrañable Escobar”.
Es como si una especie de “leyenda negra” se hubiera cebado sobre el portero de la Unión Deportiva Las Palmas. El anecdotario popular le coloco el “sambenito” de gafe o agorero e incluso la prensa se hizo eco de ello.
Cuando debutó, él no pensaba que iba a jugar ese día y se metió un atracón de angulas (esto hoy no le hubiera pasado) con lo que se puso tan malo que no pudo llegar a jugar. Otra vez en un partido de Copa que tenía que suceder a Pepín (Oregui, estaba lesionado) se puso muy enfermo con casi cuarenta de fiebre. En otra ocasión en un entrenamiento al apoyarse en el poste a descansar le metieron tal pelotazo que lo lesionaron. Pero la más sangrante de todas es que también se lesiono una vez más al meterse su propio dedo en un ojo, con lo que tuvieron que retirarlo del terreno de juego casi con perro “lazarillo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario