La desgraciada lesión de un grande, Víctor Valdés, me trae a
la memoria su curiosa historia de cuando era niño.
Valdés y su hermano se entrenaban en una improvisada
portería, la puerta del garaje de su casa. Víctor al ser el pequeño era el que hacía
de forzado portero, pero lo que empezó como un divertimento le dio pie a jugar
en el equipo de su pueblo, donde su entrenador vio algo especial en aquel
chaval y lo recomendó al FC Barcelona. Aquel muchacho hizo una prueba y ese
mismo día se quedó.
El problema es que Víctor tenía muchos dotes para la portería
pero lo que el ansiaba era ser jugador. Su entrenador le convenció para que
siguiese bajo los palos.
La situación se complico cuando por motivos laborales sus
padres tuvieron que trasladarse a vivir a Tenerife, así que el niño Víctor con
10 años se fue a vivir a “”La Masía”. En poco tiempo descubrió lo duro que era
tener a su familia tan lejos, no había día que no llorase por ello. A los cinco
meses abandonaría la residencia del Barça y se traslada a Tenerife.
Pero un buen día y gracias a la retrasmisión de Canal Plus
donde jugaba el Alevín del FC Barcelona, su equipo. Víctor se pone a llorar, no
en vano eran sus compañeros y comunica a sus padres que tiene que volver con
ellos. Así que acompañado por su hermano vuelve a “La Masía”.
Pero el fútbol cada día se va volviendo más competitivo para
Víctor. Le horrorizaba el miedo a fallar en los partidos y mientras sus
compañeros reían y disfrutaban del fútbol, Víctor sufría durante todo el
encuentro. Para Víctor era un sin vivir si empezó a plantearse dejar de nuevo
el Barcelona. Solo la insistencia de su padre y de su hermano lograron
convencerle de que no lo hiciera. Pero él seguía sufriendo a sus 15 años.
Por lo que un buen día reúne a su familia y les comunica que
deja el fútbol, que no puede más, que esto no va con él. Solo a ayuda de su
familia y de un psicólogo es capaz de hacer a Víctor que su sitio está bajo los
palos.
Dos años después de haber estado a punto de tirar por la
borda una prometedora carrera como futbolista, Valdés debuta en Primera
División.
Lo demás ya es historia que todos conocemos de sobre,
posiblemente uno de los mejores porteros del mundo de no haber sido por la
insistencia de su padre y su hermano estaría haciendo surf en Tenerife.
Según sus palabras: "Lo que tengo hoy, el privilegio de
vida que estoy teniendo tanto mi familia como yo se lo debo a mi padre y mi
hermano. Sin esas dos personas yo hubiera dejado el fútbol”.
Fuente: Fuente: http://www.fotolog.com/
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