El recuerdo más impactante que tengo de este guardameta fue
cuando le quitaron un riñón por un encontronazo con un jugador rival y a pesar
de todo, no solo acabo aquel partido (antes de quitarle el riñón claro), sino
que después de operado y en contra de los médicos siguió jugando. Le apodaban
“El gordo”, ya que por su fisonomía daba la apariencia de que le sobraran
algunos kilos.
Portero, entrenador y comentarista, pocas veces se calla
algo y quizá es por ello por lo que ha entrenado a tantos equipos; de todos es
sabido que a la gente no suele gustarle que le digan la verdad a la cara. Un
tipo simpático aunque con mala leche y ciertamente buen tertuliano, ya que
cuando el habla sube el pan. Eso sí, en su biografía sacada de Wikipedia (en
parte) lo que no se dice es que era un excelente y valiente guardameta y
también un fenomenal entrenador.
Jorge D´alessandro vino a jugar a España procedente del San
Lorenzo argentino y lo hizo en el Salamanca, aunque antes tuvo que superar la burocracia de
la Federación Argentina, que prohibía a los menores de 26 años jugar fuera de
su país. D'Alessandro se convertiría en uno de los jugadores legendarios del
club salmantino, al defender su portería durante nueve temporadas –siete
consecutivas- en Primera División.

El 16 de octubre de 1983 un nuevo encontronazo volvió a
alejarle de los terrenos de juego. Esta vez fue un choque con el madridista
John Metgod, en el Estadio Santiago Bernabéu. Sufrió una lesión de menisco y
del ligamento cruzado externo, que le tuvo varios meses en el dique seco. Tras su recuperación, no pudo desplazar de la
titularidad a su suplente, Ángel Lozano, por lo que vivió la recta final de la
temporada desde el banquillo.

Finalizada la temporada 1983/84, y tras diez años al
servicio del club, la directiva unionista decidió no renovarle el contrato. El
jugador, muy arraigado a la ciudad de Salamanca -donde había abierto su propio
negocio- rechazó ofertas para seguir en activo y, con 35 años, prefirió
retirarse y establecerse en la capital charra, aceptando la oferta de entrenar
en el fútbol base de la Unión. En total, vistió la camiseta de la UD Salamanca
en 234 partidos de Primera División, un récord todavía vigente.