
Tenemos que saber que John Huston se baso en hechos reales para su realización. En dicha película actuaron entre otros: Michael Caine, Max Von Sydow, futbolistas reales como Ardiles o Pelé entre otros y un Slivester Stallone haciendo el papel de un penoso portero protagonista.
Ya que hablamos de porteros el que inicio toda la epopeya del inicio de la historia real fue un guardameta. Todo paralelismo con la película se basa solamente en los partidos de fútbol y la ocupación nazi, ya que en la vida real al contrario que en la película el final no es tan feliz.

Josef Kordik, un panadero de origen alemán, reconoció a su ídolo nada más verlo: el gigante Trusevich. Se saltó la ley y lo contrató. Y le encargó encontrar a sus compañeros, a los que fue ocupando en la panadería. Hasta allí llegaron también tres futbolistas del Lokomotiv. Así nació el FC Start.
El 7 de junio, jugaron su primer partido. Pese a estar famélicos y haber trabajado de noche, vencieron 7-2. Su siguiente rival fue el equipo de una guarnición húngara: 6-2. Luego le metieron once a un conjunto rumano. La cosa se puso seria cuando el 17 de julio ganaron 6-0 a un equipo del ejército alemán. Ocho días después, al MSG húngaro (5-1). Y más tarde, 3-2 en la revancha.
El 6 de agosto, convencidos de su superioridad, los alemanes prepararon un equipo con miembros de la Luftwaffe, el Flakelf. El Start venció 5-1. El 9 de agosto se anunció la revancha, en el repleto estadio Zénit (Ucrania). La leyenda dice que antes del choque, un oficial de las SS entró en el vestuario ucranio y dijo en ruso: “Soy el árbitro, respeten las reglas y saluden con el brazo en alto”. Ya en el campo, los futbolistas del Start (camiseta roja y pantalón blanco) alzaron el brazo, pero se lo llevaron al pecho y en lugar de gritar ¡Heil Hitler!, corearon “¡Fizculthura!”, un eslogan soviético que proclamaba la cultura física. Los alemanes (camiseta blanca y pantalón negro) marcaron primero, pero el Start llegó al descanso ganando 2-1.

Es necesario decir, que a pesar de la verosimilitud de la historia, los detalles del partido no se han podido constatar históricamente, pues no hubo acta arbitral al respecto. El grito de “¡Fizculthura!”, las amenazas en el vestuario, el “no-gol” de Klimenko… son detalles que alimentan la leyenda pero que caminan en la fina línea entre la historia y la propaganda. Dejo a elección del lector, la carga de verosimilitud de los hechos.
Como si nada hubiera ocurrido, el Start ganó días después al Rukh (8-0). Pero tras el partido, la Gestapo visitó la panadería. El primero en morir torturado en comisaría fue Kortkykh. Los demás arrestados fueron enviados al campo de Siretz. Allí, como respuesta a un ataque de la resistencia, mataron a Kuzmenko, Klimenko y Trusevich, que cuentan que murió con su camiseta de portero puesta y gritando: “¡El deporte rojo nunca morirá!”. Goncharenko, Tyutchev y Sviridovsky, que no estaban en la panadería, sobrevivieron escondidos hasta la liberación de Kiev en noviembre del 43. El resto se esfumó en el caos de la guerra.
Los 14 héroes. De memoria: "Trusevich, Klimenko, Sviridovsky, Sukharev, Balakin, Gundarev, Goncharenko, Chernega, Komarov, Korotkikh, Putistin, Melnik, Timofeev, Tyntchev". Ellos, jugadores escogidos del Dinamo y del Lokomotiv de Kiev, cayeron prisioneros tras la invasión nazi de 1941: en plena "Blitzkrieg", la Guerra Relámpago de la Wehrmacht. En el verano de 1941, casi un millón de soldados del Ejército Rojo cayeron prisioneros en las grandes batallas de embolsamiento cercanas a Kiev. Fue la mayor victoria de las tropas alemanas en los primeros meses de la invasión de la URSS.
Ésta es la historia del ‘Partido de la Muerte’, según recoge Andy Dougan en su libro Dynamo. Eduardo Galeano asegura que fueron fusilados “con los equipos puestos, en lo alto de un barranco”. John Huston se inspiró en la historia para rodar Evasión o Victoria. Hizo lo que no se atrevió el destino: salvar a los héroes.