viernes, 27 de diciembre de 2013

DUTRUEL, UN DESPACHO EN EL AYUNTAMIENTO


Todos recordareis a Richard Dutruel, aquel portero francés que aterrizó en el F.C. Barcelona procedente del Celta de Vigo. En su deambular por la Liga española también jugó en el Alavés.

Jugando en el Celta y gracias a su fenomenal trayectoria, no solo le vino el fichaje del Barça, sino que además se ganó la internacionalidad con su país.

Dutruel se retiró en 2008 en las filas del Estrasburgo debido a sus continuos problemas de espalda -algo muy común en los porteros-. Al colgar laos guantes, trajó en el equipo técnico del Evian, en la Primera división francesa.

Pues bien, Dutruel se olvido hace ya un tiempo de la portería y ahora es Concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Publier, en la región Ródano-Alpes, frontera con Suiza. Ahora se dedica a la vida pública desde un despacho del ayuntamiento, para tratar de ayudar a sus conciudadanos.

No tuvo mucha suerte en España, en el Barça, donde no llegó a gustar, ni en el Álaves donde descendió con el equipo a Segunda división. ¡Ahora, su concurso en el Celta fue inmaculado!


ÁLVARO NÚÑEZ DE LOS TRES PALOS AL TAXI


Álvaro Núñez, un portero uruguayo que aterrizo en España para jugar en el C.D. Numancia de Soria.

Llegó abalado por su trayectoria tras ser subcampeón de la Copa  América con la selección de su país.
Ese año de su desembarco fue 1999, y durante nueve temporadas consecutivas se desempeño bajo los tres palos del equipo numantino. Deambulando entre la Primera y la Segunda división.

Pero como a todo hijo de vecino le llegó la hora del retiro, es ley de vida, siempre llega alguien más joven que te jubila. Ante la imposibilidad de seguir ligado al mundo del fútbol, ahora Álvaro desde hace unos meses regenta un taxi en la capital soriana. Su mujer era la dueña de la licencia anteriormente y él dice que se quedo en Soria por amor.

Ahora sigue las evoluciones de su equipo desde la grada como un aficionado  más.

A las grandes estrellas de la liga que cobran sueldos casi obscenos les entraría la risa floja si alguien les dijese que al retirarse iban a ser taxistas, pero al bueno de Álvaro no se le han caído los anillos por ello.

No me puedo sentir más identificado con él… y los que me conocéis ya sabéis porqué.
Como siempre digo: "Mi trabajo es entrenar porteros, pero lo que me da de comer es mi hobby... el taxi.



Fuente y foto: http://futbol.as.com

SIMÓN CABARCOS, DE PORTERO A GUARDIÁN DE LAS ESPINILLAS


Simón Cabarcos, hasta la pasada temporada portero del As Pontes, en la Tercera división, fabrica artesanalmente las espinilleras de más de un millar de futbolistas en todo el planeta.

Tras flirtear con varios deportes, Simón Cabarcos se decidió por el fútbol. Se hizo portero y deambuló por diferentes equipos de la Segunda B y Tercera antes de colgar las botas este pasado verano en el As Pontes. Sin embargo, al contrario que la mayoría de jugadores que están en su situación, es ahora cuando este gallego de 34 años empieza a poder ganarse la vida con el fútbol.

Blindaxe, la empresa que constituyó hace ahora algo más de un año, fabrica espinilleras para futbolistas de todo el mundo. Se extiende desde Canadá a Nueva Zelanda pasando por Brasil y los Emiratos Árabes; como en el de Felipe II, en su ‘imperio’ nunca se pone el sol.

La historia de Cabarcos empezó, como la de otros históricos emprendedores, en el garaje de casa de sus padres. Allí se refugiaba cuando el tiempo le impedía jugar en la calle. Su padre le había enseñado a manipular el carbono, y él solo aprendió a aplicar esas enseñanzas a lo que más le gustaba: el deporte. Sus primeras espinilleras las fabricó siendo juvenil. Se hizo un molde de la pierna y consiguió un diseño que se adaptaba perfectamente a su anatomía. Irrompibles, pero a la vez extremadamente ligeras. Nunca tuvo intención de comercializarlas. Lo hacía por entretenimiento, pero al poco tiempo todos sus compañeros de equipo las utilizaban.

Como futbolista, Simón Cabarcos no llegó a jugar en Primera. Como empresario, ya se codea con los grandes Como futbolista, Simón Cabarcos no llegó a jugar en Primera. Como empresario, ya se codea con los grandes El primer encargo se lo hizo Álex López, compañero entonces del Narón, que se las llevó puestas cuando puso rumbo al Celta. Al poco tiempo Cabarcos estaba en el vestuario vigués tomando las medidas a todo el equipo. Allí jugaba Hugo Mallo, internacional sub-20 en aquella época, que las popularizó entre los integrantes de la llamada Rojita. Canales, Tello, Morata, Deulofeu, Illarramendi… El boca-oreja y Twitter hicieron el resto. Pronto todas las jóvenes estrellas del fútbol español las gastaban. Cada uno, por supuesto, con su modelo exclusivo.

El diseño se adapta a la forma de cada pierna, pero también a los gustos de cada cabeza. La foto de la novia, el número del dorsal, la huella de la pezuña de la mascota, la bandera autonómica, la virgen del pueblo, la frase de “Gladiator”… Un vistazo a sus espinilleras dice más de algunos jugadores que muchas de sus entrevistas en prensa.


viernes, 20 de diciembre de 2013

LESIONES INSÓLITAS: LA TABLA DE STENSGAARD


Con anterioridad, en este blog ya he narrado las lesiones que algún que otro algún guardameta ha tenido y no precisamente en el terreno de juego. Una de las más llamativas que han pasado por esta bitácora fue la de  Santiago Cañizares, que en el Mundial de Corea y Japón se produjo con un bote de colonia en el tendón de un pie, impidiéndole así tomar parte en la competición, Otra no menos curiosa fue la de de Busquet -progenitor del actual jugador del Barça- que al manipular una plancha encendida se le cayó, y ni corto ni perezoso hizo una espectacular estirada atrapándola al vuelo, lo que le produjo quemaduras importantes en las manos, lo que le impidió participar con el equipo durante un tiempo.

A estas  hay que añadir la del danés Michael Stensgaard que fue también de ámbito familiar. Stensgaard custodió la portería del Liverpool, Hvidovre, Copenhague y Southamton.

Todo un amo de su casa, se dispuso a plancharse unas camisas. Al terminar su faena, ordenado él, procedió a  plegar y guardar la tabla de planchar en su lugar correspondiente. Con tan mala fortuna que al hacerlo de una forma tonta se hizo daño en el hombro. Aquella molestia acabo siendo una lesión importante y nunca se pudo recuperar de aquel incidente. El guardameta desgraciadamente tuvo que abandonar el fútbol.


Un triste final para una tonta lesión.

lunes, 2 de diciembre de 2013

LA GORRA MÁGICA DE MENSAH


Esta es la historia de un portero y de su gorra de la suerte.

Se llamaba Robert Mensah y nació en Ghana en 1939. No quedan muy claros sus orígenes, pero sí que jugó en un equipo africano llamado Misterious Dwarfs (Los enanos misteriosos) y que posteriormente lo hizo en el Asante Kotoko, uno de los principales equipos de Ghana. El sujeto era portero de la selección de Ghana y era famosísimo en su país y en toda el África negra. Adorado y querido en su país y odiado en todo el resto. Odiado y temido.

Mensah un tipo enorme, no solo por su altura y físico, sino porque era un guardameta fabuloso. Siempre jugaba de negro, pero su rasgo más característico era una gorra a cuadros blancos y negros que siempre llevaba con él en los partidos. Decía que su abuelo que fue brujo de una tribu se la regalo en su lecho de muerte. Mensah creía a pies juntillas que su abuelo la había embrujado y la superstición llego a los demás jugadores. El creía que con aquella gorra era invencible y le protegía de los goles. Tanto es así que los contrarios intentaban quitársela en los partidos y el no dudaba en liarse a golpes para que esto no ocurriese.

Bueno, uno de los momentos más famosos de la gorra sucedió en la final de la Champions africana.  En la ida, disputada en Kumasi, Ghana, el resultado fue de 1-1. La vuelta se disputaba en Kinshasha, la capital del Congo. Se rumoreaba que el TP Engelbert había comprado al árbitro para que el resultado le fuera favorable. El caso es que en un momento del partido el árbitro pito un penalti, a todas luces injusto. Las protestas de los jugadores del Asante Kokoto arreciaron cuando el trencilla mando quitarse la gorra a Mensah antes del lanzamiento de la pena máxima. Con un mosqueo monumental acepto ante las amenazas del árbitro. Se la quito y con ella golpeo los dos palos y el larguero y luego la mando hacia atrás todo lo lejos que pudo. Se dice que un soldado congoleño al que la gorra le llegó a los pies, se ensaño con ella y la emprendió a golpes de bayoneta hasta que la destrozó, intentando quitarle su magia.

En el momento del lanzamiento Mensah miró muy fijo y desafiante al lanzador y este amedrentado mandó el balón muy por encima del arco. Al final el partido acabo con 1-2 para el Asante Kotoko, que se proclamó campeón de África por primera vez (lo haría de nuevo 13 años después).

Mensah murió de una extraña manera. Al parecer se vio envuelto en una trifulca en un bar, según cuentan las malas lenguas, por una mujer. Un parroquiano ebrio le rajó con una botella, provocándole una severa hemorragia que le causo la muerte. Posiblemente si hubiese tenido su gorra mágica…

Hoy en día, el estadio de los Mysterious Dwarfs (el primer equipo de Mensah), en la ciudad de Cape Coast, lleva su nombre.